Relato | Propósitos de Año Nuevo


Carol se sentó en su sofá favorito con una taza grande llena del vino que tendría que haber utilizado para la cena navideña, a su lado, en un taburete alto que utilizaba como mesa para colocar el control del televisor y alguna que otra taza y vaso, estaba la lista con sus propósitos de año nuevo. En la lista figuraban metas intrascendentes, metas que cualquiera pondría en su lista de propósitos de año nuevo, cómo "hacer ejercicio" "comer más sano". Pero al final Carol había escrito "decir sí", sin duda este propósito extrañaría a más de uno, pero para ella era muy simple, ella estaba consciente de que nunca se comprometía de verdad, constantemente decía que no a cualquier propuesta aunque en realidad quisiera decir que sí y nunca terminaba nada, bueno, esto no era del todo cierto, siempre se acababa el vino y la comida. Carol pensó que admitir que no estaba bien era un gran paso, su tendencia a decir "no" se había convertido en un problema, había rechazado propuestas de trabajo que mejorarían su estilo de vida significativamente. La última vez fue la semana pasada, Carol lo pensó algunos segundos y lo rechazó, era una gran oportunidad, pero ¿y si la rechazaban? No merecía la pena perder tiempo en una entrevista de trabajo para que la rechazaran. 
Su teléfono móvil sonó, sacándola de su ensoñación, lo sacó del bolsillo de su pantalón y vio quién la llamaba, era Julián, Julián era como un sueño hecho realidad, era guapo, inteligente y atento y lo mejor de todo era que se interesaba por ella. Carol dejó el teléfono sonar, después le mandaría un mensaje disculpándose e inventaría alguna excusa, pero vio la lista de propósitos en la mesa, no podía rechazar su llamada, ese sería el primer paso para rechazar y decir que no una y otra vez este año nuevo. 

—¡Feliz año, Carol! —gritó Julián al teléfono, al fondo se escuchaba música, risas y conversaciones 
—Feliz año, Julián. ¿Cómo la estás pasando? Parece que muy bien. —Carol intentó sonar animada, pero no lo estaba, estaba triste y se sentía muy sola, rechazó todas las invitaciones a fiestas y ahora, sentada en su sofá sola, escuchando el ruido de las fiestas de sus vecinos mientras ella veía una película navideña con una taza de vino en la mano se daba cuenta del error que había cometido.
—Lo único que me falta eres tú, Carol, anda, ven a la fiesta conmigo, te puedo pasar buscando ya mismo si me dices que sí. —Carol pensó que tendría que vestirse decentemente, peinarse y maquillarse, no, no tenía ganas de eso
—Hoy no puedo, Julián, disculpa. 
—Oh, bueno, será otro día, adiós. —colgó antes de que Carol se despidiera, no lo podía culpar, seguro ya se estaba cansando, al igual que todos sus amigos, volvió a ver la lista y se odió, lo había vuelto a hacer, se puso de pie y tomó la lista de sus propósitos para acto seguido arrugarla hasta dejarla reducida a una bola. 

Buscó su chaqueta, revisó su reflejo en el espejo y se aplastó el cabello con las manos —allá voy, Julián —dijo Carol sonriéndole a su reflejo. 

-LilianaG

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